Sónar 30 aniversario: La fusión de música electrónica y bebidas sin alcohol en un festival vanguardista
El festival que este año celebra su Sónar 30 aniversario, es reconocido a nivel mundial por su fusión de música electrónica, arte y tecnología de vanguardia. Durante tres intensos días, el evento atrae a artistas y amantes de la música de todo el mundo. Sin embargo, a pesar de su innovación musical, el festival todavía tiene un camino por recorrer en cuanto a la variedad de bebidas sin alcohol disponibles para el público. En este artículo, explicaremos la experiencia del Sónar 30 aniversario 2023, la diversidad musical, a necesidad de opciones saludables, la dificultad para comprar bebidas sin alcohol y creativas para aquellos que optan por no consumir alcohol.
Este año el Sónar cumplió 30 años y ¡nos fuimos ahí a bailar como si no hubiera mañana!
Beber Sin en el SÓNAR FESTIVAL 2023
El festival Sónar es un evento internacionalmente aclamado que fusiona música, arte y tecnología de vanguardia en una experiencia única. Fundado en Barcelona en 1994 y que se ha convertido en una referencia global para los amantes de la música electrónica y la creatividad experimental. Durante tres intensos días, el festival atrae a artistas y espectadores de todo el mundo, presentando actuaciones en vivo, DJ sets, instalaciones interactivas, conferencias y exposiciones.
Con una programación innovadora y ecléctica, el Sónar es reconocido por su exploración de las fronteras de la música electrónica y su compromiso con la promoción de nuevas formas de expresión artística.
A lo largo de los años, el festival Sónar ha presentado una impresionante lista de artistas influyentes y vanguardistas en el ámbito de la música electrónica y experimental como:
Aphex Twin, Daft Punk, Björk, Kraftwerk, The Chemical Brothers, Justice, LCD Soundsystem, Skrillex, Four Tet, Arca y tropecientos más que no pararía de escribir en un buen rato.
Una larga lista para la que este año tan especial como su 30 aniversario, ha vuelto a sus orígenes sonando el techno y la electrónica más pura, dando un repaso a 30 años de cultura de club y de baile que cada artista ha arreglado con su estilo para crear unas sesiones que nos han puesto los pelos de punta a esas personas que empezamos a bailar en la década de los 80 o 90 y no hemos parado hasta el día de hoy.
Empecé a ir al Sónar con 18 años. Era la edición del 1998 y allá ya pude flipar con Les Rythmes Digitales o descubrir a un incansable DJ Hell.
Estuve yendo seguidos muchos años, de día y noche hasta que el consumo se me fue de las manos y me alejé. Dejé de ir durante muchos años más. No me sentía preparado para estar sobrio en un festival de estas características.
Paralelamente dejé de consumir, de beber, la terapia funcionó, me sentí más estable emocional y mentalmente para volver a asistir los dos pasados años un día de día y me sentí fenomenal.
Empecé a bailar sintiendo la música de verdad, sin nada más en el cuerpo que alegría y bienestar.
Así que este año, he vuelto con el pase completo, para día, noche y todo lo que surja. Ahora ya llevo desde el 2019 limpio y sobrio, con una estabilidad mental y emocional maravillosa, me sentí preparado para disfrutar plenamente del Sónar. Y vaya si lo disfruté.
¡Como nunca en la vida!
Bailé y bailé en este Sónar 30 aniversario sintiendo la música en todo mi cuerpo, estando ahí presente, gozando y conectando con la euforia colectiva de mis amigues y público en general. Conectado a esas emociones que tenemos, con el vello erizado y sudando con la sonrisa puesta.
Ha sido una experiencia increíble poder reencontrarme conmigo bailando y flipando con el set revisión desde sus inicios hasta ahora de Aphex Twin, de la energía en la pista que creó Black Coffee, o de una brutalidad de espectáculo que se marcó Erick Prydz del que creo que será un antes y después en la escena techno y de la escenografía en general para espectáculos venideros.
Ha sido un Sónar 30 aniversario para el recuerdo, esta vez sí porque lo he sentido todo. Sin drogas, sin alcohol, solo con lo que ya llevamos dentro.
Visuales erick prydz
Pero, aunque el Sónar sigue en la vanguardia a lo que en el musical se refiere, en la escena sin alcohol sigue estancado en otra época.
Este año hubo un intento de promocionar el Tanqueray 0,0. Digo intento porque la copa estaba a 11€. 50 céntimos menos que la alcohólica. Creo que no puede funcionar en un espacio donde la gente aún consume por inercia y menos si la cerveza está a 6€
Había Red Bull de todos los sabores, refrescos azucarados, agua y la omnipresente Free Damm.
De alcohol todo lo que quisieras, combinados de Ginebra, Vodka, Whisky, chupitos de Thunder Bitch, zonas de vinos y cañas a grifo para no parar de beber.
Pero para quienes no bebemos alcohol lo que hay es aburrido o insano. Una referencia de cerveza, bebidas azucaradas y agua. Así que me pasé todo el festival bebiendo agua de grifo y para romper la monotonía me bebí alguna cerveza sin alcohol. No se porque al menos, no se instalan un par de tiradores como en los bares de Madrid, uno de alcohol y otro de sin alcohol, o se pone alguna botella de vino desalcoholizado. Me resulta muy triste ver como se potencia tanto el consumir alcohol y nada el consumir sin alcohol.
Es una pena que en un momento donde hay infinidad de propuestas interesantes sin alcohol, se siga teniendo como máxima referencia una cerveza que cansa. Que nos hace creer que sin alcohol es malo, barato y que hace que mucha gente siga viendo la opción sin alcohol de peor calidad que la versión alcohólica.
Creo que la escena festivalera necesita una revisión en este aspecto, y empezar a incorporar opciones saludables, cervezas artesanales sin alcohol, destilados, vinos y todo el universo que ya tenemos disponibles en muchos lugares, porque una apuesta así cambiaría las reglas del juego.
Tal como el Sónar potencia a Rosalía y la mete en el punto de mira de todo el mundo, debería ser una misión igual de importante poner en el punto de mira un consumo responsable, este si, de bebidas sin alcohol espectaculares para todas esas personas que creen que consumir les hace sentir más, para todas aquellas que quieren reducir el consumo y no saben como, para las que no pueden beber, las que ya no quieren o no les gusta.
Esto también es vanguardia.
El Coachella ya lo sabe, el Glastonbury ya lo ha visto y en España, ¿Quién será el primero?
Veremos.
Mientras no llega, tienes en nuestra tienda opciones muy potentes sin alcohol para gozar al máximo sin perder la cabeza o el control.
¡Salud!